Un cambio de hábitos, disfrutando del camino

Anita

Mi nombre es Anita, soy mamá de dos peques. Era entrenadora personal y daba clases dirigidas.

Siempre he vivido haciendo dietas, la de la piña, la de la alcachofa, solo de proteínas…

Pero además tenía un trastorno de la conducta alimentaria, de vivir a base de restringir alimentos y después darme atracones, hasta llegar un punto que para no darme esos atracones prácticamente dejé de comer o solo vivía a base de avena, piña, espinacas y pollo.

Muchas veces confundimos el estar delgada, con el estar saludable y no tiene nada que ver.

Conocí a  Maku y en ese momento yo tenía dos trabajos para poder llegar a fin de mes.

Por la mañana trabajaba en un gimnasio donde mínimo daba tres clases diarias de ejercicio físico y por la tarde tenía otras dos en diferentes urbanizaciones. Maku vivía en una de ellas y empecé a entrenarla de forma personal, poco a poco fui viendo a lo que se dedicaba.

Me hacía mucha falta el dinero y decidí probar esta oportunidad.

La realidad es que no creía nada en el producto, era una friki etiquetas y tenía mucho miedo a comer muchas cosas…

Está feo decirlo pero utilicé a mi marido como conejillo de indias y el resultado fue que él en tres meses controló 13 kilos sin hacer ejercicio.

Al ver que el producto funcionaba, empecé a tomarlo.

Pasé de ser una persona que siempre estaba cansada (estaba en un punto de tener que tomarme cinco o seis cafés diarios para poder rendir), a ser una persona llena de energía. Esto me impactó muchísimo.

Como he dicho siempre, había hecho deporte, pero a raíz de empezar con esta nutrición mi nivel de condición física se multiplicó. Y es que no es  comer menos, si no  es comer mejor. Para poder entrenar bien tienes que darle a tu cuerpo la mejor gasolina, yo la encontré aquí.

Sin darme cuenta todos esos miedos a comer cierto tipo de alimentos fueron desapareciendo dando lugar a una mejor relación con la comida y conmigo misma.

Un cambio de hábitos, disfrutando del camino y llegando a ese resultado tan esperado.

Puede que los kilos no hayan sido demasiados, pero sí que he perdido muchísimo porcentaje graso, volumen y he aumentado mi masa muscular. En definitiva, estoy más apretada que nunca .

No busco un número en la báscula ni entrar en una talla 34. Porque no se trata de estar flaca, sino de estar saludable. 

Mi único objetivo es seguir en la mejora continua sintiéndome bien conmigo misma.

Tengo que darle las gracias a Maku, porque siempre me ha ayudado desde la comprensión y respetando mis tiempos.

Siempre ha tenido una palabra de aliento.

Sin duda alguna elegí a la mejor ❤️

¿quieres conseguirlo?