Esta foto es del último en el que hemos estado, una pasada y los alrededores… un paraje salvaje maravilloso.
Los primeros días estuvimos en una parte de la isla de Bastimento, os dejo por aquí el post por si queréis echarle un vistazo.
Desde allí nos fuimos al Hotel Eclypse de Mar Acqua, también en Bastimento pero en otra zona. Un hotel de una Argentina y dos Napolitanos. Los empleados, encantadores, nos han hecho sentir totalmente como en casa. El hotel tiene diferentes bungalows privados con usas escalerillas que bajan hasta el mar. Cada casita tenía una terraza privada muy chula y dentro de las habitaciones había una ventanilla de cristal desde donde podíamos ver los peces y alimentarlos si nos apetecía, esto era super chulo. Los peces venían rápido y podíamos ver un montón. Matteo esperaba cada día el momento de dar de comer a los peces 🙂
Una de las cosas más típicas era hacer snorkel, nosotros íbamos preparados con nuestras máscaras de Decathlon, cogimos kayaks casi todos los días con los que íbamos a pasar por el mar o hacíamos un rato pádel surf. Una gozada.
Hemos disfrutado de preciosos amaneceres y atardeceres, desde la misma habitación podíamos verlos, a ver que os parecen.
Sobre este lugar os contaría que solo tienen paneles solares por lo que hay electricidad entre las 8 y las 18 más o menos. Cosa que a Matteo le seguía sorprendiendo cada día, ahora ya lo va viendo como algo normal. Esta parte de viajar me enamora! 
Había bastantes animales autóctonos por todas partes, algunos de ellos muy curiosos.
Los desayunos eran espectaculares. Para nosotros ya era la segunda comida del día (nuestro batido, no puede faltar!) pero no podíamos perdonar esa fruta fresca, los jugos de fruta con ese sabor, eso es sabor!! Seguro que aquellos que lo hayáis probado, me entendéis.
Uno de los días, cruzamos a otra isla que se llama Solarte y allí conocimos a un grupo de indígenas. Montaron con nosotros en kayac y nos decían que nunca habían montado, algo que para nosotros parecía tan habitual allí, pero como todo, somos mayormente los turistas quienes hacemos estas cosas. Ni ellas querían irse ni nosotros queríamos movernos de allí, habríamos estado horas y horas escuchando sus historias. Una de ellas tenía un niño pequeñito, le ofrecimos ropa de Matteo y algunas cosas mías y rápido nos dijo que iría por ellas al día siguiente 🙂 Allí estaban. Como yo siempre digo, cosas que “pasaron a larga vida”.
También conocimos a un señor de la Florida de 88 años que se había jubilado y se había ido a vivir a la isla. La Magia de las personas con historia lleno toda esta parte del viaje.
Muy agradecidos de haber dejado una parte allí y llevarnos tantos aprendizajes! Atardeceres, amaneceres y muchos momentos en familia conociendo a personas extraordinarias!
El último día, antes de volver a Panamá paramos en la isla de Colón unas horas y allí celebramos el cumpleaños de Andrea, 41 años.
Nunca me cansaré de dar gracias por este compañero de vida tan maravilloso!!! Feliz vida, amor!
Gratitud total. ¡¡Gracias vida!!
Makumillas
