¡Gracias Panamá!
Cuando te elegimos como destino, veníamos de haber cancelado nuestro viaje a Tokio porque nos pedían hacer cuarentena al llegar.
Cuando llegó el momento de tener que venir a verte, tenías las carreteras con tranques y un tema político que nos hizo reajustar mucho el viaje pero teníamos claro que no íbamos a suspenderlo. Vamos que nos vamos!! Siempre buscando soluciones a los problemas y mirando hacia adelante.
Después de un mes viviéndote con mucha intensidad, podemos darte las gracias a ti como país y a toda tu gente por tanto amor, tantos aprendizajes y tanta vida. Hemos dejado prácticamente todo lo que traíamos pero hemos vuelto cargados, cargados con maletas y mochilas llenas de ti:
- Experiencias que nos han hecho valorar mucho más la vida
Vivencias llenas de amor
Personas llenas de magia
Sueños renovados
Gratitud
Valores
Amaneceres
Atardeceres
Momentos en familia
Conversaciones
Juegos
Comidas y sabores
Algunos libros que compramos aquí
Y mucho más!
Ya era la cuarta vez que yo visitaba el país, para Andrea y Matteo la primera así que ya me considero hasta un poco experta 🙂
Os he ido dejando Parte I y Parte II de nuestra ruta por aquí con los lugares que hemos visitado, si alguna vez os animáis… aquí lo tenéis.
En esta ultima etapa hemos estado en el Hotel “Los Mandarinos”, situado en el Valle de Antón. Un lugar super tranquilo en el que hemos disfrutado de la desconexión, de su entorno y de sus aguas calientes.
El Valle de Antón es un hermoso pueblo en las montañas situado en el cráter de un volcán extinto. Destacaría sus hermosos paisajes, sus calles llenas de flores y sus montañas verdes y exuberantes. El Valle es un lugar perfecto para aquellos que os gusten las caminatas.
Si estuvierais por allí un domingo, aseguraros de visitar el mercado, lugar favorito entre los lugareños y visitantes por igual. Allí podréis comprar artesanías hechas por miembros de la comunidad Ngäbe-Buglé, así como molas tradicionales elaboradas por miembros del pueblo guna. En el mercado, también encontraréis sombreros tradicionales panameños conocidos como «sombreros pintaos» y una amplia variedad de frutas y verduras frescas. Super alegre y todo lleno de color!!
Ya el último día y para despedirnos, nos acercarnos hasta el Canal de Panamá que Andrea tenía muchas ganas de visitar.
Puedes ver las esclusas y como van pasando los barcos, si nunca habéis visto algo así, es muy curioso.
Para los que estéis menos familiarizados con él, se trata de un canal navegable situado entre el mar Caribe y el Océano Pacífico y atraviesa el punto más estrecho del istmo de Panamá.
Es considerado como una de las grandes obras de ingeniería del s.XX. El canal funciona a través de esclusas que elevan los barcos hasta un lago artificial que está a 27m. sobre el nivel del mar, para después descenderlos hasta el nivel del Pacífico o el Atlántico.
Os dejo un video para que veías como funciona.
Y hasta aquí… este mes maravilloso en todos los aspectos.
Mi mochila está vacía, lista para llenarla de nuevas experiencias, aventuras y vivencias. Con un enfoque masivo, con los de siempre y los que saben que es para siempre!
Seguimos hacia cosas mayores.
Gracias Panamá y gracias a todas las personas que de un modo u otro se han cruzado en nuestro camino en esta etapa de nuestra vida.
Makumillas
